
Y aunque a su altura no estaré, a su lado me pondré en el Merecumbé.Si, ya… tengo el uno, mi uno, sí, es miiiiiiiiiio, pero ahora….
estamos los dos perdidos y solos , sufriendo de nuevo estoy.
No me hallo, no me encuentro, ya no se qué soy.
¿Un máquina?, ¿un salsero?, ¿bachatero?, ¿mamporrero?.
Todas las figuritas aprendidas hasta ahora, para na,
a repetirlas con mi uno, en su sitio, lo que él me diga,
Yo lo quiero, estoy contento de tenerlo, me gusta,
¡Pero me está jodiendo!, no me deja ir a mi puta bola.
Tengo salsa comprimida en mi ser, necesito sacarla, ¡YA!
Pero mi uno a cuenta gotas, como una querida, no me deja respirar.
En cuanto me disparo, el cariñosamente me susurra, espera…, ahora.
Mi amado uno no me deja volar y yo ya estoy apunto de reventar.
Pensé en no ir al merecumbé mañana, en irme de máquina a otro lugar, Y disfrutar, soltar toda mi energía que me desborda y pasar de todo.
Y a si volver relajado el lunes a clase, sin nada dentro, al 1,2,3 5,6,7.
A ver a Chelo y Alberto tan armoniosos en el Asúcar, dormir no puedo.
Si saber que hacer, vagabundeando, el ordenador encendí,Y allí estaba Cristina, mi inspiración, con su dulce voz hablando de mí. Y todo cambió, me dio valor, mucho valor, no podía defraudarla.
PD2: Se llama Manuel, es real, lo llevaré al Merecumbé, será mi sombra, mi alma soñadora y si puedo algunos pasitos de salsa le enseñaré, fuma, pero es genial.
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