Marga está insinuante, pensativa y dulcemente relajada
con ese hermoso cuerpo de mujer sensual, tierna y delicada
que incita a querer seguir mirando mientras nos perdemos
por los pliegues en abanico de su melena repartida sin fin
sobre su cama y su piel conjuntados en ese sutil vestido negro
rematado con esa sugerente formas entrecortadas
que le acaricia ondeantes al movimiento
dejando a trocitos ver un poco más de ella
al tiempo que cuelga de ese único y casi inexistente tirante
que sigue subyugandonos cada vez más
al llevarnos hasta su estilizado cuello que se une con su blanquecina tez
de pálido rostro donde empieza la verdadera acción
entre sus sugerentes sabrosos labios casi entre abiertos
y esos ojos pestañeados con curvas imposibles
que nos hacen soñar despiertos
mientras ella transpuesta deja su mente en blanco
imaginando quizás un mundo de ensueño imposible.
Eu
.
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